sábado, 14 de noviembre de 2015

islam no es terrorismo

El Islam, una religión de misericordia, no permite el Terrorismo.


viernes, 13 de noviembre de 2015

La salvación del castigo del Fuego del Infierno

Dios dijo en el Corán:

El que se niegue a creer y muera siendo incrédulo no se le aceptará ningún rescate; aunque todo el oro que cabe en la tierra. Esos tendrán un castigo doloroso y no habrá quien les auxilie. (Corán, 3:91)

Entonces, esta vida es nuestra única oportunidad para ganar el paraíso y de escapar del fuego de infierno, porque si alguien muere en la incredulidad, no tendrá otra oportunidad de volver a este mundo para creer. Dijo Dios en el Corán sobre lo que pasará con los incrédulos en el Día del Juicio Final:

Si los vieras al detenerse ante el fuego y decir: ¡Ay de nosotros si pudiéramos volver! No negaríamos los signos de nuestro Señor y seriamos creyentes!" (Corán, 6:27)

Pero nadie tendrá esta segunda oportunidad.

El Profeta Muhammad dijo:{"La persona más afortunada y dichosa en este mundo, de entre aquellos condenados al infierno el día del juicio será sumergida en el fuego del infierno tan solo una vez, entonces se le preguntará". ¿Oh hijo de Adán, alguna vez viste algún bien? ¿Has experimentado alguna vez alguna bendición?" y él dirá: "¡Por Dios, no!, ¡Oh Señor!"}

jueves, 12 de noviembre de 2015

¿QUIÉN ES ALLAH?

LA NOCIÓN DE DIOS EN EL ISLAM

De todos es conocido que en cada lengua existen uno o varios términos utilizados para referirse a Dios y, en ciertos casos, a otras divinidades. Este no es el caso de Allah. En efecto, Allah es el nombre específico del único Dios verdadero. Ningún otro puede llamarse Allah. Esta palabra no tiene plural ni género, lo que demuestra su carácter único. Nótese cuando lo comparamos con la palabra «Dios», que puede expresarse en plural, los dioses, o en femenino, diosa. Conviene recalcar que Allah es el nombre que designa a Dios en arameo, que era la lengua de Jesús y que se parece al árabe.

El término Allah es un reflejo de la noción que el Islam asocia con Dios. Para un musulmán, Allah es el Todopoderoso y Creador del universo. No se parece a nada y nada puede parecérsele. El profeta Muhammad fue preguntado por sus contemporáneos acerca de Allah; la respuesta se la dictó Dios mismo bajo la forma de una corta sura del Corán, que es considerada como la esencia misma de la fe monoteísta. Esta sura dice:

«En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso, di: " El es Dios, Uno, Dios el Eterno. No ha engendrado ni ha sido engendrado. No tiene igual".»

Ciertas personas no musulmanas consideran al Dios del Islam como un Dios severo y cruel que exige obediencia plena. Consideran que no es sensible ni benevolente. No existe afirmación más falsa que ésta. De hecho basta con saber que cada uno de los 114 capítulos del Corán, casi sin excepción, comienzan por el siguiente versículo: «En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. » En uno de sus dichos, el profeta Muhammad nos dice que «Dios es más tierno y más benevolente que una madre para con su hijo amado».

Sin embargo, Dios es absolutamente justo. Por esto los malos y los pecadores deben tener su parte de castigo y los virtuosos se verán agraciados con Sus dones y Su gracia. De hecho, la clemencia como atributo divino se manifiesta plenamente dentro de Su atributo de justicia. Aquellos que sufren a lo largo de su vida por el amor a Dios y aquellos que oprimen y explotan a los otros no deben recibir el mismo trato por parte de su Señor. Un trato semejante negaría la responsabilidad del hombre en la vida futura y, a partir de este hecho, negaría toda iniciativa de llevar una vida moral y virtuosa en este mundo. Los versículos del Sagrado Corán son claros y sin ambigüedad al respecto.

«Los que temen a Dios tendrán, junto a su Señor, los jardines de la Delicia. ¿Vamos, pues, a tratar igual a los que se someten a Dios que a los pecadores?¿Qué manera de juzgar es la vuestra?» (Corán 68:34-36.)

El Islam rechaza toda representación de Dios bajo cualquier forma humana que pueda favorecer a ciertos individuos o naciones a nivel de riqueza, poder o raza. Dios ha creado a todos los seres humanos iguales. Sin embargo, pueden distinguirse ellos mismos y ganar Sus dones únicamente por medio de la virtud y la piedad.

El concepto de que Dios quiera descansar el séptimo día, de que haya combatido a uno de sus soldados, de que tenga una actitud de conspiración o de envidia con respecto a la humanidad o que Dios se haya encarnado en un ser humano, sea el que sea, es considerado como una blasfemia desde el punto de vista del Islam.

La utilización exclusiva del nombre de Allah para designar a Dios refleja lo que recalca el Islam sobre la pureza de la creencia en Dios, y ello constituye la esencia del mensaje de todos los enviados de Dios. Por esto el Islam considera el hecho de asociar una divinidad o una personalidad cualquiera a Dios como un pecado que Dios jamás perdonará.

El Creador debe tener una naturaleza diferente de la que tienen las cosas que El ha creado, ya que si tuviera la misma naturaleza que ellas, ésta sería una esencia temporal y, por lo tanto, El mismo seria creado por algún otro. Y si el Creador no tiene esencia temporal, es necesario entonces que sea eterno. Pero si es eterno no podría ser engendrado por ningún principio, y si nada ha precedido su venida, entonces nada fuera de El puede ser el origen de su existencia; lo que significa que El es Su propio principio. Y si la continuidad de Su existencia no depende de nada fuera de El, esta existencia no puede tener ningún límite. El Creador es por tanto Eterno y Perpetuo: «El es el principio y el fin.»

Se vale a sí mismo, subsiste por El mismo, o bien empleando el término del Sagrado Corán, El es Al-Qayyum. El Creador no crea únicamente para hacer que las cosas existan, sino también las protege por igual, y les da una vida temporal, al ser la única causa de todo lo que les ocurre.

«Dios es el Creador de todo, y es Quien vela por todo lo que existe. Suyas son las llaves de los cielos y de la tierra.» (Corán 39:62,63.)

«No existe ser viviente sobre la tierra cuyo sustento no provea Dios. El conoce sus lugares de vida y de muerte.» (Corán 11:6.)

LOS ATRIBUTOS DE DIOS

Si el Creador es eterno y perpetuo, sus atributos deben serlo también. No debe perder ninguno de sus atributos ni adquirir otros. Por ello sus atributos son absolutos. ¿Puede existir más de un creador con tales atributos? ¿Puede haber por ejemplo dos creadores con una fuerza absoluta? Es suficiente un momento de reflexión para darse cuenta de que esto es imposible.

El Sagrado Corán resume este concepto en los siguientes versículos:

«Dios no adoptó ningún hijo , ni hay otro Dios junto a él. Sí no, cada Dios se habría atribuido lo que hubiera creado y unos hubieran sido superiores a otros.» (Corán 23:91.)

«Si hubiera habido en ellos -los cielos y la tierra- otros dioses que Allah, se habrían corrompido.» (Corán 21:22.)

¿Y por qué razón debería haber sobre la tierra y en los cielos algo distinto a El? De ser así, la tierra y los cielos irían seguramente hacia su perdición

LA UNICIDAD DE DIOS

El Sagrado Corán nos recuerda permanentemente que todos los dioses que se pretende que existan son falsos.

A los que adoran los objetos fabricados por el hombre les pregunta:

«¿Adoráis aquello que vosotros mismos esculpís» (Corán 37:95.)

«¿... Habéis tomado otros protectores que no fuera El (Dios), cuando ellos mismos no pueden disponer para sí beneficio o daño alguno ... ?» (Corán 13:16.)

A quienes pretenden adorar cuerpos celestes, el Sagrado Corán cita la historia de Abraham:

«Cuando la noche cerró su oscuridad, vio una estrella y dijo: ¡Este es mi Señor! Mas cuando desapareció dijo: No amo a los que desaparecen. Cuando vio que la luna se elevaba dijo: ¡Este es mi Señor!»

Pero cuando se ocultó dijo: «Si mi Señor no me guía, ciertamente seré de los extraviados.»

Cuando vio el sol que salía dijo: «¡Este es mi Señor, este es mayor!»

Pero cuando se puso dijo: «¡Oh pueblo mío, soy libre del culto idólatra que vosotros profesáis. Vuelvo mi rostro como sincero creyente hacia Quien ha creado los cielos y la tierra. Y en modo alguno soy de los politeístas!» (Corán 6:76-79.)

LA ACTITUD DEL CREYENTE

Para ser musulmán, es decir, para someterse a Dios, es necesario creer en la unicidad absoluta de Dios. El es el único Creador, Sabio y todopoderoso, etc... Sin embargo, esta creencia llamada «Tawhid Al-Rububiyah» es insuficiente. Eran muchos los idólatras que sabían y creían que el único y supremo Dios podía ser todo esto, pero no era bastante para hacerlos musulmanes. A la expresión «Tawhid Al-Rububiyah», habría que añadir ésta que dice «Tawhid al uluhiya», es decir, que sólo Dios merece que le rindamos culto, y en consecuencia hay que abstenerse de venerar cualquier otra cosa y cualquier otro ser.

Una vez adquirido este conocimiento de la existencia de un solo Dios verdadero, el hombre debe mantener constantemente su confianza en El, debe evitar todo aquello que le arrastre a negar la verdad.

Desde el momento en que la fe entra en el corazón de una persona va a crear cambios en los estados de espíritu que tendrán como resultado ciertos actos. Si consideramos como un «todo» estos estados de espíritu y estos actos, ello va a constituir la prueba de la verdadera fe. El profeta dijo: «La fe es aquello que permanece arraigado en el corazón y que es confirmado por los actos.»

De hecho, estos estados del espíritu son un sentimiento de agradecimiento hacía Dios, considerado como la auténtica esencia de la «ibada» (culto).

El sentimiento de agradecimiento es tan importante que un no creyente es llamado «Kafir», lo que quiere decir «el que niega la verdad» y también «el que no está agradecido».

El creyente ama a Dios y le agradece todas las bondades que le ha prodigado. Sin embargo, cuando se es consciente del hecho de que las buenas acciones ya sean mentales o físicas están lejos de poderse comparar a los favores de Dios, el creyente siempre estará ansioso por saber si Dios le recompensará aquí en la tierra o en el más allá. Como consecuencia, se someterá a El y le servirá con toda humildad. No es posible mantenerse en tal actitud sin tener prácticamente siempre la idea de Dios presente en el espíritu. Esta misma idea constituye también la verdadera fuerza de la fe, sin la cual desaparecería y se desvanecería.

El Sagrado Corán intenta enfatizar este sentimiento de agradecimiento repitiendo con frecuencia los atributos divinos. La mayor parte de estos atributos aparecen en los versículos siguientes:

«Es Allah no hay más Dios que El. El Conocedor de lo oculto y de lo patente. Es el Compasivo, el Misericordioso. Es Allah no hay más Dios que El, el Rey, el Santo, la Paz. El es Quien testimonia con Su propia verdad, el Custodio, el Todopoderoso, el más Fuerte, el Supremo. ¡Gloria a Dios! Está por encima de lo que le asocian. Es Allah El Creador. El Hacedor, El Formador. Posee los nombres más bellos. Los que están en los cielos y en la tierra le glorifican. Es el Todopoderoso, el Sabio.» (Corán 59:22-24.)

«Allah No hay más Dios que El, el Viviente, el Subsistente. Ni la somnolencia ni el sueño se apoderan de El. Suyo es lo que hay en los cielos y en la tierra. ¿Quién podrá interceder ante El si no es con su permiso? Conoce su pasado y su futuro mientras que ellos no abarcan nada de Su ciencia, excepto lo que El quiere. Su trono se extiende sobre los cielos y sobre la tierra y su conservación no le resulta onerosa. El es el Altísimo, el Grandioso.» (Corán 2:255.)

«¡Oh gente de la Escritura! No fanaticéis en vuestra religión, no digáis de Dios más que la verdad. El Mesías Jesús, hijo de María, es únicamente el enviado de Dios, Su Palabra y Espíritu, que El comunicó a María. Creed pues en Dios y en Sus enviados. ¡No digáis "tres ''!Basta ya, será mejor para vosotros. Allah es Dios, Uno, ¡Gloria a El ! ¿Cómo iba a tener un hijo?» (Corán 4:171.)


miércoles, 11 de noviembre de 2015

¿Qué es el "Yihad" en el Islam?


1- Es muy corriente en las lenguas extranjeras traducir la voz árabe “yihad”por “guerra santa". En el Islam no se conoce esta "guerra santa". Sólo se conoce la guerra legal o justa y la ilegal o injusta. En muchas ocasiones se entiende mal el término árabe que significa “esforzarse” y que se divide en: el yihád de cada uno contra sí mismo (yihád al.nafs) y el yihád contra los enemigos que es la guerra justa. Es bien conocido que el primero se denomina en el Islam "Al-yihad-al akbar", es decir. "la lucha mayor" que consiste en luchar cada uno contra sus pasiones y sus malos instintos e intentar purificarse del rencor, la envidia, la tiranía y de todas las maldades para ser, así, digno de ganar la felicidad eterna. El segundo se conoce por "Al-yihád-al asgar", es decir, "la lucha menor" que significa, como hemos citado, la guerra legal o justa.

2- Cabe citar al respecto que la guerra legal en el Islam es meramente defensiva, es decir que se legisló para defenderse contra las agresiones, algo que queda claro en muchos versículos del Corán. Por ejemplo en la sura 22, vers. 39 dice Dios: "A los que están injustamente agredidos se concedió permiso de defenderse"; en la sura. 2, vers. 190 dice: "Combatid, por la Causa de Dios, a quienes os combatan, pero no os propaséis; es cierto que Dios no ama a los que se exceden". Resulta evidente, pues, que a pesar del permiso de defenderse, el Corán pone en guardia contra excederse en la guerra, lo que se confirma en otro versículo. el 194 de la sura 2, donde dice: "... y quien se excede con vosotros, obrad con él en la misma medida".
Cabe destacar también que aborrecer a la guerra y al derramamiento de sangre es una base principal del Islam, siendo la guerra un caso excepcional para defenderse. Dice Dios al respecto en la sura 2, vers. 216: "Se os ha prescrito el combate aunque, sea odioso". La agresión, pues, es aborrecida e infundada en el Islam.

3- Si el yihád significa, en uno de sus sentidos, la guerra defensiva, no es necesario que éste se limite al combate, sino puede abarcar a la lucha con los bienes, con la palabra o con cualquier otro medio que sirva para defenderse de la agresión en todas sus formas y proteger a la fe y a la sociedad, y esto, como se sabe; es el derecho de todas las comunidades confirmado por los convenios internacionales en la época moderna.

4- Si los musulmanes perciben que el adversario se incline a la paz, tienen la obligación de responderle positivamente. Dice el Corán en la sura 8, vers. 64: "Si se inclinan a la paz, inclínate a ella y confíate a Dios". El Islam invoca además a convivir pacíficamente y a establecer relaciones con los demás, siempre y cuando éstos no agradan a los musulmanes" Al ser así, los musulmanes están obligados a tratarse con ellos a base de justicia y buen trato. Dice el Corán, afirmando esto en la sura 60, vers. 8: "Dios no os prohíbe que tratéis bien y con justicia a quienes no os hayan combatido a causa de vuestra creencia ni os hayan hecho abandonar vuestros hogares. Ciertamente Dios ama a los equitativos". El objetivo del Islam es, pues, difundir la paz, la tolerancia y la cooperación entre las gentes en pro de la felicidad y la estabilidad de todo el mundo.
Por ende, lo que se publica sobre el Islam en algunos medios internacionales de información, acusándolo de ser una religión de agresión, extremismo, fanatismo y terrorismo es totalmente falso e infundado, porque el Islam es todo lo contrario. Es la religión de la paz y la misericordia.


lunes, 9 de noviembre de 2015

Las Fuentes del Islam: El Coran y la Sunnah

El Islam aparece en la península árabe en la primera parte del siglo VII d.c., por la prédica del Profeta Muhammad (BP) , quien a lo largo de los 23 años que dura su misión deja instaurada una nueva religión que, no obstante, no se presenta como una novedad sino como la culminación natural de la profecía representada por los mensajeros divinos anteriores: Abraham, Moisés, los Profetas de Israel y Jesús (para mencionar sólo el tronco abrahámico).

Cuando el Profeta Muhammad (BP) abandona este mundo deja tras de sí dos tesoros de valor incalculable para los musulmanes: En primer lugar un libro divino, el Sagrado Corán, que le fuera revelado versículo a versículo a lo largo de su misión, siendo memorizado y puesto por escrito mientras esto ocurría por sus discípulos y compañeros; y en segundo lugar lo que se conoce como su Sunnah (lit.: costumbre, practica, uso, tradición), es decir, la enseñanza que el Profeta dió por sí mismo en multitud de cuestiones. Su conducta personal, su forma de ser, sus dichos sabios, sus orientaciones espirituales y devociónales, su enseñanza y explicación (exégesis) de la revelación coránica, etc, etc.

Los musulmanes distinguen claramente entre dos fuentes de la doctrina y la Ley Islámica o Shariia (El Corán y la Sunnah), pero si bien son sin duda dos entidades separadas, están tan estrechamente ligadas que no se puede concebir la una sin la otra. Pues es a través de Muhammad (BP) que nos ha llegado el Corán, y él es la personificación más perfecta de la enseñanza revelada, por lo tanto es en su noble personalidad que encontramos la dimensión humana y cotidiana del mensaje divino.

La Sunnah del profeta Muhammad (BP) se encuentra compilada en miles de tradiciones (arabe-hadiz, plural-ahadiz), reunidas en numerosas obras, algunas de las cuales constan de varios volúmenes cuya extensión supera largamente a la del Sagrado Corán. Los hadices refieren dichos, conductas, indicaciones, aprobaciones tácitas, etc., proferidas por el Profeta (BP) a lo largo de su vida como tal, y fueron recogidos por sus contemporáneos, sus Compañeros y discípulos, y transmitidos a las generaciones futuras.

En los 23 años de la misión profética los Compañeros del Mensajero de Allah (BP) lo frecuentaron asiduamente y lo vieron actuar en todos los ámbitos imaginables: Como hombre, con su familia e hijos, como gobernante de la comunidad islámica, como juez en los litigios, como comandante en las expediciones militares, como maestro espiritual designado para perfeccionar la conducta humana, en suma; como hombre ejemplar. No existe una literatura tan extensa y detallada sobre ninguno de los Profetas anteriores y fundadores de grandes religiones, lo cuál confirma su trascendencia como Sello de la Profecía, el modelo por excelencia del hombre más completo que haya existido.

Los sabios musulmanes están de acuerdo que la Sunnah recogida en las colecciones de hadices, constituye la segunda fuente del Islam en importancia, en lo que hace a definir la doctrina y la ley en todos sus aspectos. De ahí que su estudio sea esencial para comprender el Islam en forma completa.

A diferencia del Sagrado Corán, que fue traducido desde la antigüedad, a diversas lenguas, no ha ocurrido lo mismo con las colecciones de hadices o tradiciones proféticas hasta la Época Moderna. Y, aún hoy en día, salvo recopilaciones parciales, sólo algunas de las principales colecciones de hadices se han volcado a otros idiomas, excepción hecha, claro está, de las traducciones que siempre se han hecho a lenguas propias de importantes pueblos de la comunidad islámica universal (v.gr. persa, turco, urdú, etc.).


domingo, 8 de noviembre de 2015

La agonía de la muerte

En los últimos momentos de vida, quien está por morir experimenta un tipo de estupor. Allâh dice:

{Y os llegará la agonía de la muerte con la verdad ¡De ella era que huíais!} (50:19)



Este estupor es debido al dolor y a la pena por la muerte. Ar Râgib dijo en su libro Al Mufradât: "Este estupor (Sukr) es un estado en el cual la persona pierde la razón; este término se usa comúnmente para referirse a la embriaguez producida por las bebidas alcohólicas. También se usa para describir el enojo, el amor, el dolor, el letargo, y el delirio causado por el intenso dolor. Este último es el significado de la palabra en el versículo." El Mensajero también padeció este estupor. Durante la enfermedad de su muerte tenía cerca de él un recipiente o jarro con agua, del cual mojaba su mano y la pasaba por su rostro diciendo: "No hay más divinidad que Allâh. Ciertamente la muerte tiene sus estupores". ‘Â'ishah dijo, describiendo la enfermedad de la muerte del Mensajero de Allâh : "Nunca vi dolor tan severo como el que sufrió el Mensajero de Allâh ". ‘Â'ishah también relató que durante la enfermedad de la muerte de su padre Abû Bakr , y cuando la muerte estaba acercándose, ella le recitó las palabras del poeta: "Ciertamente la riqueza no puede ayudar al hombre cuando el cascabel de la muerte empieza a sonar en su garganta". Entonces él dijo: "No digas eso, mejor di: {Y os llegará la agonía de la muerte con la verdad ¡De ella era que huíais!}" (50:19)

Sin duda que el incrédulo y el malhechor sufren más durante su agonía que el creyente. Ya hemos citado parte del Hadîz de Al Barâ' Ibn ‘Âzib en el que dice que el alma del malhechor y del incrédulos se encoge dentro de su cuerpo (resistiéndose a salir) cuando el Ángel dela Muerte le dice: "¡Oh, alma maligna! Sal hacia el encuentro del enojo de Allâh y Su ira", y luego la arranca. El Corán describe la agonía que los incrédulos sufren:

{No hay nadie más inicuo que quien inventa mentiras acerca de Allâh o dice: He recibido una revelación, cuando en realidad no se le ha revelado nada, o dice: Revelaré algo similar a lo que Allâh ha revelado. Si pudieras ver [¡Oh, Muhammad!, lo terrible que será] cuando los inicuos estén en la agonía de su muerte y los Ángeles extiendan las manos [para atormentarles, y les digan]: Dejad vuestras almas. Hoy se os retribuirá con un castigo denigrante por haber inventado mentiras acerca de Allâh y haberos ensoberbecido desmintiendo Sus signos.} (6:93)

Lo que se describe en este versículo ocurre -como dice Ibn Kazîr- cuando los Ángeles, enviados para castigar al incrédulo, le anuncian la ira del Misericordioso y el castigo, las cadenas, las trabas, el Infierno y el fuego que le aguarda. Así que su alma se encoge en su cuerpo y no quiere salir, entonces los Ángeles lo golpean hasta que su alma sale, y le dicen: {Dejad vuestras almas. Hoy se os retribuirá con un castigo denigrante por haber inventado mentiras acerca de Allâh...} (6:93)

Ibn Kazîr interpretó el significado de {Y los Ángeles extiendan las manos...} como golpeándoles. Este sentido puede ser percibido en otros versículos coránicos como:

{Aunque extiendas tu mano para matarme yo no extenderé la mía para hacerlo, yo temo a Allâh Señor del universo.} (5:28)

y

{Si pudieran venceros mostrarían su enemistad golpeándoos e insultándoos, pues pretenden que no creáis igual que ellos.} (60:2)

Es posible que algunas personas de sabiduría describan la pena y el estupor que ellos sufran en el momento de la muerte. Un ejemplo de esta situación es el de ‘Amr Ibn Al ‘Âs a quien estando en su lecho de muerte, su hijo le dijo: "¡Oh, padre mío! Solías decirme: Ojalá encuentre una persona sabia e inteligente que cuando se esté muriendo me pueda describir lo que ve. ¡Oh, Padre! Tú eres esa persona, descríbeme pues lo que ves. Él dijo: ¡Oh, hijo mío! Juro por Allâh que es como si estuviera dentro de una caja, respirando a través de una ranura del tamaño del ojo de una aguja, y como si una rama llena de espinas me atravesara de los pies a la cabeza."

Aquellos a los que se les ha disminuido la severidad de la agonía

El Mensajero nos ha informado que el Shahîd (el mártir) que cae en el combate por la causa de Allâh tendrá reducida su agonía. Abû Huraîrah narró que el Mensajero de Allâh dijo: "El Shahîd no siente el dolor de la muerte, sino que siente un tenue dolor parecido al que vosotros experimentáis cuando os pincháis o sois pellizcados". Esto fue narrado por At Tirmidhi, An Nasâ'i y Ad Dârimî. At Tirmidhi dijo: "Éste es un Hadîz Garîb Hasan".

Súplicas del Corán, Libro de Allah

En el nombre de Allah, el Compasivo, el Misericordioso. No hay mas Dios que Allah (subhanahu wa ta'ala) y Muhammad (salla Allahu 'alayhi wa sallam) es su mensajero, el sello de todos los profetas.

¡Señor mío! Haz de este territorio un lugar seguro y provee de frutos a aquellos de sus habitantes que crean en Allah y en el Ultimo Día. (2:126)

“¡Allah! Acepta nuestra obras. Tú eres Quien todo lo oye y todo lo sabe”. (2: 127)

¡Señor nuestro! Haz que estemos sometidos a Ti y haz de nuestra descendencia una comunidad sometida a Ti.

Enséñanos a cumplir nuestro ritos de adoración y vuélvete a nosotros, realmente Tú eres Quien se vuelve a favor del siervo, el compasivo. ( 2:128)

¡Señor nuestro, danos paciencia, afirma nuestros pasos y ayúdanos contra la nación de los que no creen! (2: 250)

¡Señor nuestro! No nos tomes en cuenta si olvidamos o erramos.¡Señor nuestro! No pongas sobre nosotros un peso similar al que pusiste sobre los que nos precedieron.¡Señor nuestro! No nos hagas llevar lo que no podamos soportar.

Bórranos las faltas, perdónanos y ten compasión de nosotros.

Tú eres nuestro dueño, auxílianos contra la gente incrédula. (2:286)

¡Señor nuestro! No desvíes nuestros corazones después de habernos guiado y concédenos misericordia procedente de Ti, ciertamente Tú eres el Dador Generoso. (3:8)

¡Señor nuestro! Creemos, perdónanos las faltas y presérvanos del castigo del fuego.(3:16)

¡Señor mío! hago la promesa de ofrecerte lo que hay en mi vientre, para que se dedique exclusivamente a Tu servicio, libre de las obligaciones del mundo. Acéptalo de mí verdaderamente Tú eres Quien oye y Quien sabe.(3:35)

¡Señor mío! Concédeme una buena descendencia procedente de Ti.(3:38)

¡Señor nuestro! Creemos en lo que has hecho descender y seguimos al mensajero, incluye nuestro nombre entre los que dan testimonio. (3:53)

¡Señor nuestro! Perdónanos las faltas y que hayamos ido más allá de los límites en aquello que es de nuestra incumbencia; afirma nuestros pasos y auxílianos contra el pueblo infiel. (3:147)

¡Señor nuestro! Perdónanos nuestras faltas, cubre nuestras malas acciones y llévanos, al morir, en compañía de los justos. ( 3:193)

¡Señor nuestro! Danos lo que no has prometido con Tus mensajeros y no nos desprecies el Día del Levantamiento; es cierto que tú no faltas a lo prometido. (3:194)

“ ¡Señor!, Tú eres el único, en verdad, digno de adoración, con exclusión de todo otro y reconozco que me he perjudicado a mi mismo, haciendo lo que no te placía”. (21: 87)

“¡Allah nuestro!, Sálvanos del castigo del infierno, porque éste es severo. El infierno es una pésima morada”. (25: 65- 66)

“¡Allah nuestro!, Otórganos una enorme alegría consistente en tener esposas y descendencias piadosas, esto satisface nuestros corazones. Y que seamos líderes en la realización de buenas acciones”. (25: 74)

“¡Allah nuestro! Perdónanos y a nuestro hermanos que nos anticiparon en el Islam. Haz que nuestros corazones estén libres de ira en cuanto a los creyentes. Tú eres Clementísimo y Misericordioso”. ( 59: 10)

“¡Allah mío!, Ablanda mi corazón, Facilítame la tarea del mensaje y desata el nudo de mi lengua para que pueda expresarme con claridad y para que la gente entienda bien lo que digo”. (20: 25- 28)

¡Allah! Haz que mi saber islámico aumente”. (20: 114)


sábado, 7 de noviembre de 2015

Las familias que rezan juntas

Las familias que rezan juntas, permanecen juntas!


viernes, 6 de noviembre de 2015

10 cosas sobre un musulmán de verdad


1) Un musulmán dice siempre la verdad; jamás miente.
2) Un musulmán es fiel a su palabra. Es honesto y no traiciona.
3) No murmura a espaldas de otros.
4) El musulmán es valeroso, no se acobarda.
5) Un musulmán es persistente en la defensa de la verdad, audaz para proclamarla.
6) Un musulmán es justo con los demás, aun en perjuicio suyo. No trasgrede los derechos de otros ni tolera ser tratado injustamente por nadie.
7) Un musulmán pide consejo acerca de sus asuntos y luego se encomienda a Dios.
8) El musulmán se esmera en la ejecución de su trabajo.
9) Un musulmán es modesto, misericordioso. Invita a hacer el bien y lo cumple; prohíbe el mal y se abstiene de hacerlo.
10) Cada musulmán ha de ser paladín de la causa de Dios.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Los Humanos

Fue revelada en el período temprano de La Meca. Consta de 6 aleyas.


En el nombre de Allah, Clemente, Misericordioso
بسم الله الرحمن الرحيم

1
Di [¡Oh, Muhammad!]: Me refugio en el Señor de los humanos.
قل أعوذ برب الناس
1
2
El Soberano de los humanos,
ملك الناس
2
3
La verdadera y única divinidad de los humanos.
إله الناس
3
4
Del mal del susurrador [Satanás] que huye [cada vez que Allah es invocado],
من شر الوسواس الخناس
4
5
Que susurra en los corazones de los humanos,
الذي يوسوس في صدور الناس
5
6
Y existe entre los genios y los humanos.
من الجنة والناس
6

La Alborada

Fue revelada en el período temprano de La Meca. Esta sura y la siguiente son plegarias para pedir la protección de Allah ante cualquier mal o peligro. Consta de 5 aleyas.


En el nombre de Allah, Clemente, Misericordioso
بسم الله الرحمن الرحيم

1
Di [¡Oh, Muhammad!]: Me refugio en el Señor de la alborada,
قل أعوذ برب الفلق
1
2
Del mal que creó,
من شر ما خلق
2
3
Del mal de la oscuridad de la noche cuando se extiende,
ومن شر غاسق إذا وقب
3
4
Del mal de las sopladoras de nudos [las hechiceras],
ومن شر النفاثات في العقد
4
5
Y del mal del envidioso cuando envidia.
ومن شر حاسد إذا حسد
5
  

El Monoteísmo

Esta sura fue revelada en el período temprano de La Meca. Es una sura de gran importancia por su exposición del monoteísmo. Consta de 4 aleyas.


En el nombre de Allah, Clemente, Misericordioso
بسم الله الرحمن الرحيم

1
Di [¡Oh, Muhammad!]: Él es Allah, la única divinidad.
قل هو الله أحد
1
2
Allah es el Absoluto [de Quien todos necesitan, y Él no necesita de nadie].
الله الصمد
2
3
No engendró, ni fue engendrado.
لم يلد ولم يولد
3
4
No hay nada ni nadie que se asemeje a Él.
ولم يكن له كفوا أحد
4

Las Fibras de Palmeras

Esta sura fue revelada en La Meca durante el período temprano. Consta de 5 aleyas.


En el nombre de Allah, Clemente, Misericordioso
بسم الله الرحمن الرحيم

1
¡Maldito sea Abu Lahab [tío y acérrimo enemigo del Profeta Muhammad] y que perezca!
تبت يدا أبي لهب وتب
1
2
Ni su poder ni sus bienes podrán salvarlo del castigo.
ما أغنى عنه ماله وما كسب
2
3
Será arrojado en el fuego llameante.
سيصلى نارا ذات لهب
3
4
Y su mujer [también será castigada] portando leña [por haber puesto espinas en el camino que transitaba el Profeta].
وامرأته حمالة الحطب
4
5
Y en su cuello tendrá una cuerda de fibras de palmeras.
في جيدها حبل من مسد
5

El Socorro

Esta sura fue revelada en La Meca en el décimo año de la Hégira. Consta de 3 aleyas.


En el nombre de Allah, Clemente, Misericordioso
بسم الله الرحمن الرحيم

1
[¡Oh, Muhammad!] Cuando llegue el socorro de Allah y la victoria [la conquista de La Meca]
إذا جاء نصر الله والفتح
1
2
Y veas a los hombres ingresar en tropeles en la religión de Allah,
ورأيت الناس يدخلون في دين الله أفواجا
2
3
Glorifica y alaba a tu Señor por ello, y pide Su perdón; por cierto que Él es Indulgente.
فسبح بحمد ربك واستغفره إنه كان توابا
3